El término casa solariega aparece íntimamente ligado al estamento nobiliario. En la actual Comarca del Jiloca estuvieron empadronadas durante el siglo XVIII algo más de cien familias hidalgas. Estas familias construyeron en sus localidades grandes casas solariegas, de carácter monumental, con las que perpetuar su memoria y su linaje. La utilización de materiales nobles en su edificación, piedra y ladrillo, y la inclusión de elementos arquitectónicos interesantes han permitido que muchas de estas casonas se hayan conservado hasta nuestros días.