En febrero de 1809, después de sufrir un segundo sitio, Zaragoza fue ocupada por las tropas imperiales francesas y el territorio aragonés controlado por los españoles quedó reducido a los corregimientos de Daroca, Teruel, Albarracín y parte del de Alcañiz. Fue allí donde se formó la Junta Superior de Aragón y parte de Castilla, un órgano que reunió los restos de autoridad patriota y sostuvo la actividad insurgente hasta el final de la guerra. El Aragón resistente analiza la actividad de esta institución a lo largo de su andadura –entre 1809 y 1813- y nos abre las puertas a un período casi desconocido en la historia de la Guerra de la Independencia.